Nuestras Casas
Santa Teresita (Quito)
En Febrero de 1934, el P. Hieroteo Valbuena del Carmen, Superior de los Carmelitas de Quito, firma un contrato con la Sociedad de Mejoras Urbanas, por el cual adquiere en propiedad un terreno entre las calles Robles, Roca y Avenida Amazonas de la incipiente barriada residencial de la época, Mariscal Sucre. Sin personería jurídica, por achaque de la época, actúan y compran el terreno nominalmente el Dr. Moisés Luna y D. Luis Tobar Donoso, quienes años después hacen el traspaso a la comunidad de Padres Carmelitas.
Frente al terreno comprado, el señor Miguel del Hierro, cede un lote de su propiedad para que se construya un templo provisional y la residencia de los padres, desde donde se atendería la construcción de la obra definitiva de la actual parroquia. En la financiación de ésta y en el pago de las deudas adquiridas por la compra del terreno antes citado, se contó con el valioso apoyo del ilustre banquero y ex-presidente la República D. Carlos Julio Arosemena, unido en estrecha amistad al P. Hieroteo, junto con el apoyo de muchas otras personas.
El 8 de Diciembre de 1938, después de vencer mil dificultades, el P. Marcelo del Niño Jesús, Provincial de los Carmelitas de la provincia de San Juan de la Cruz de Burgos-España, que se hallaba realizando la Visita Canónica a sus conventos filiales del Ecuador, pone la primera piedra del Templo de Santa Teresita, que es bendecida por el Excmo. Sr. Arzobispo de Quito, Mons. Carlos María la Torre, quien años después llegó a ser Cardenal primado del Ecuador. El acto revistió la mayor solemnidad posible, y la caridad de los fieles quiteños inició allí su reguero ininterrumpido; los Carmelitas comenzaron a ser más conocidos entre la sociedad quiteña, cosa que hizo que muchas personas más se identificaran con esta magnífica obra y con el sueño de los Padres, de ver terminada la capilla en honor a Santa Teresita del Niño Jesús.
A mediados de 1940 comienza la construcción de la obra. Para ello, ha llegado ya al Ecuador el Hno. Mariano de José Riocerezo, ilustre arquitecto Carmelita, cuyas obras arquitectónicas eran ya conocidas y admiradas en Chile y Brasil, su genio, su amor al trabajo, su arte, su devoción, están vivos en cada detalle de la obra magnífica. Su alma goza ya de Dios y su cuerpo yace en la Cripta que él mismo construyó.
El 2 de Noviembre de 1941 se bendice la Cripta del templo, que está ubicada en la parte baja del templo. Dos días después se entierra en ella, el primer Carmelita muerto en el Ecuador, Fr. Bernabé de San José Castaño. Al analizarse el proyecto de construcción de la cripta, se ve la posibilidad de que con el usufructo de ésta se ayude un poco a la construcción del templo. Por eso en dicha cripta encontramos al día de hoy muchas personas que fueron importantes para la ciudad de Quito y el país.
Hasta 1946 y con grandes espacios de suspensión de los trabajos, motivados por la carencia de materiales o el alto costo de ellos, la obra avanza aunque a paso lento. Hasta allí se había construido la parte baja y media de la cúpula, el camarín central de la Virgen del Carmen y los cuatro nichos laterales, las bóvedas de los altares secundarios, primeras en el orden de la construcción.
El domingo 28 de Noviembre de 1964, en una fiesta íntima y recogida, el Superior de la Comunidad, P. Vicente, bendecía, ante selecto número de padrinos e invitados, las imágenes que ocupan el testero de la Iglesia: Virgen del Carmen, Santa Teresita y el Sto. Cristo de la Agonía. Necesidades arquitectónicas obligaron a colocarlas en su sitio, mucho antes, de poder tributarlas el culto debido. El 20 de Junio de 1955 el Delegado Provincial de los PP. Carmelitas Fr. Vidal de la Inmaculada Velasco, ponía la primera piedra de lo que sería la casa conventual, adosada a la sacristía de la Iglesia.
Después de muchos años de trabajo, en medio de aciertos y desaciertos, de cansancios, y alegría, el 19 de Marzo de 1956, a los 22 años de vivir los Carmelitas Descalzos en la ciudadela Mariscal Sucre, se abren las puertas del nuevo templo. Exactamente se ha trabajado 14 años en la construcción de este bello templo.
Nuestra Señora del Carmen - La Victoria (Guayaquil)
En 1934 el gobierno ecuatoriano dio la autorización necesaria y el 5 de mayo de este mismo año el Padre Brocardo de San José ocd., tomaba posesión de la Parroquia del Purísimo Corazón de María, que hasta la fecha había estado en manos del P. Ignacio de las Heras.
El P. Brocardo cuenta en sus notas que “la parroquia comprende la Iglesia y a cada lado un área de terreno; en la parte norte funciona una escuela que hasta el año 1938 llevaba el nombre de Belén y regentada por los Hermanos Cristianos. Desde el 1ro de enero del mismo año se denomina escuela “García Moreno” y es regentada por los Padres Carmelitas”.
Desde que toman a cargo la Iglesia se la denomina "Parroquia de la Victoria", por la plaza aledaña que lleva ese nombre y era tan extensa que se calculaba tendría treinta mil personas. Apenas entraban en el ritmo del quehacer guayaquileño cuando los Padres recibieron una notificación del Municipio y la Sanidad ordenando demoler las torres de la Iglesia que se desplomaban hacia la calle Quito, el peligro para los transeúntes era inminente.
La situación apremiaba y venía cargada de tremendas dificultades, insuperables a ojos humanos; sin consultar más que con Dios y armados de FE los Carmelitas emprendieron la obra que el 25 de agosto de 1935, domingo, empezó con la ceremonia de bendición de la primera piedra.
Todavía la gente recuerda con emoción el espectáculo evangélico que ofrecía aquel venerable Padre Brocardo con su mano bendiciente y su sonrisa mendicante que invitaban a cooperar a la obra de Dios.
Así empezaron a ser conocidos los PP. Carmelitas en Guayaquil, como sembradores de ideales, como incansables pastores de las almas y esforzados luchadores en el terreno de la actividad apostólica. El 28 de Septiembre de 1941 ya lucía su hermosura el frontis de la Iglesia con sus campanarios y sus dos torres que se elevan como manos sacerdotales en la plegaria litúrgica por su Ciudad, y para 1943 se podía dar por terminado el templo de la Victoria que aparece a la admiración de los fieles como corola de preciosa flor que hace pensar en el esfuerzo y cariño de alguien que labró secretamente su fragante historia.
Quien más se regocijó y comprendió la esforzada lucha de los Carmelitas así espiritual como materialmente fue Mons. Carlos María de la Torre que los había traído y ya desde el Arzobispado de Quito les escribía con lírico entusiasmo: “ como Dios en sus infinita condescendencia se dignó valerse de nuestra humilde intervención para realizar una obra que debía proporcionarle tanta gloria y ser de tanto provecho a las almas, justo es, que en tan propicia ocasión mezclemos nuestra voz con la de los Padres Carmelitas y feligreses de la Victoria, para todos, en armoniosos conciertos, rendir fervientes gracias a Dios por los innumerables bienes, mercedes y gracias que les ha concedido durante este tiempo.
No menos grato para nuestro corazón es el cumplimiento de un segundo deber: el de felicitar a los celosos religiosos que durante este tiempo han cultivado con tanto acierto y abnegación esa escogida porción de la Viña del Señor, mostrándose dóciles instrumentos en las manos del divino Agricultor”.
En carta de D. Carlos María de la Torre, Arzobispo de Guayaquil escrita en 17 de Marzo de 1928 al P. Marcelo del Niño Jesús, Provincial, se congratula de haber tratado con el P. Hieroteo de la Virgen del Carmen sobre el Proyecto de la entrada de los Carmelitas en el Ecuador. Le indica que en Guayaquil caería muy bien una casa de religiosos Carmelitas, por haber poco clero y ser el pueblo sencillo y bien dispuesto.
Trasladado don Carlos María a Quito y nombrado Administrador Apostólico de Guayaquil concedió su autorización para la fundación en la Parroquia de la Victoria el 31 de Enero de 1931. La Sagrada Congregación del Concilio concedió la Parroquia el 08 de Junio de 1935 y la Congregación de Religiosos para fundar la dio el 17 de Julio de 1937.
El P. Brocardo de San José se hizo cargo de la Parroquia y como estaba construida con cañas de bambú pensó en reconstruirla de cemento. Su sucesor P. Cecilio logró concluirla, construir la casa parroquial y la escuela.
Nuesra Señora del Carmen - Virgen de Bronce (Cuenca)
En 1938 el P. Hieroteo de la V. del Carmen (Valbuena) había estado en Cuenca con motivo del Congreso Eucarístico y prendió tal entusiasmo en las gentes que ya no olvidaron a los Carmelitas. El 12 de Septiembre de 1949 el Provincial de San Juan de la Cruz de Burgos P. Otilio del N. Jesús viajó a Cuenca con el P. Luis Alberto Luna Tobar para tratar con el Obispo D. Daniel Hermida sobre la fundación en su sede episcopal. El Prelado les ofreció el 14 de Septiembre la capilla de la Virgen de Bronce “in perpetuum”. Situada sobre la colina de Yanuncay, en el Barrio El Egido, tenía una casita adjunta. Al día siguiente el Provincial tomó posesión con una Misa para la gente del Barrio.
En el Prelado habían influido las peticiones constantes de los dos monasterios de Carmelitas Descalzas de la ciudad que anhelaban tener de confesores y directores espirituales a sus cohermanos.
La Iglesia era una réplica de una capillita francesa de los Alpes y estaba dedicada a la Inmaculada, a quien los cuencanos denominan La Virgen de Bronce y cuya escultura domina la ciudad desde lo alto de la colina en que se asienta.
El P. Otilio autorizó la fundación y envió el 02 de Noviembre al P. Bernardo de V. del Carmen, Vicario Provincial entonces de la Misión de Sucumbíos y quien era muy conocido en Cuenca, a realizar los preparativos en compañía del ecuatoriano Hno. Víctor de la Cruz.
El 02 de Noviembre de 1949 el P. Bernardo inauguró la fundación. Y el 16 de Marzo de 1950 llegó como primer superior el P. Alejandro de San José, quien duró en el cargo hasta 1956. A la casa primitiva el P. Alejandro le levantó un segundo piso, para completar un total de 10 celdas. El Definitorio Provincial aprobó la fundación el 20 de Abril de 1951. Y la Sagrada Congregación para los Religiosos expidió el correspondiente decreto de erección canónica el 26 de Septiembre.
El 03 de Noviembre de 1970 el Obispo creó en la Iglesia la Parroquia de Ntra. Señora del Carmen, a petición de los fieles y de los Padres de la comunidad. El 01 de Mayo del año siguiente tomó posesión como párroco el P. Emilio, quien había sido nombrado el 19 de Marzo.
Nuestra Señora del Carmen - El Inca (Quito)
Esta casa en primera instancia funcionó como Casa-Procura de la Misión. Las obras se iniciaron en 1962, terminando la casa en 1964. La Iglesia, de Arquitectura moderna, se inauguró el 25 de Julio de 1970, presidiendo la ceremonia el Cardenal Arzobispo de Quito Mons. Pablo Muñoz Vega S.J. A fines de 1971, se designó a dicha fundación como Casa de Formación de los Carmelitas Descalzos ecuatorianos. Mientras tanto el 12 de Octubre de 1972 el Cardenal Muñoz Vega erigió la Iglesia en Parroquia con el título de Ntra. Señora del Carmen y nombró primer párroco al P. Juan Berdonces ocd.